El confinamiento la dejó en stand by y puso en jaque sus planes laborales a corto plazo, pero Pilar decidió no quedarse sentada en esta piedra interpuesta en su camino a que pasase el temporal y convirtió su búsqueda activa de empleo en su nueva ocupación. A continuación nos cuenta los frutos que está recogiendo:

“Después de realizar la carrera de Psicología, estudiar un máster en recursos humanos, vivir tres años entre Irlanda y Reino Unido y adquirir experiencia en una empresa en el área de recursos humanos, llegó el confinamiento. Acababa de terminar mi contrato laboral con la empresa en la que estaba trabajando e iba a firmar un contrato con otra, pero justo esa semana se decretó el estado de alarma y decidieron posponer mi incorporación hasta que la situación mejorase. En ese momento me encontraba en Madrid y decidí volver a mi domicilio familiar, en A Coruña.

No me quise quedar de brazos cruzados esperando hasta que me llamasen de esa empresa, quería convertir esa etapa de desempleo en mi nueva ocupación, por lo que dediqué unos días a pensar en qué cosas productivas podía hacer durante ese período.

Primeramente, hice un planning en el que dedicaría unas 2-3 horas diarias a la búsqueda activa de empleo. Me centré en InfoJobs, LinkedIn y la bolsa de empleo del máster que estudié y del centro de estudios del último curso que realicé.

El primer paso que llevé a cabo para la búsqueda de empleo fue actualizar mi CV y crear una carta de motivación genérica en la que solo tuviera que cambiar pequeños matices de una empresa a otra.

Lo segundo que hice fue echar un vistazo a mis cuentas en LinkedIn e Infojobs para actualizar si fuese necesario mi perfil y me lancé a aplicar en las primeras ofertas que me parecieron interesantes.

Después de tener a punto estos dos documentos y perfiles, ya estaba preparada para empezar con mi búsqueda de empleo:

  • Primero establecí un excel de empresas que me interesaban donde rellené persona de contacto (recursos humanos o responsable del departamento) si la hubiese y mail y teléfonos de contacto. Por supuesto, la última columna la dediqué a marcar el estado (si la había contactado, si no, si me habías respondido....)
  • En paralelo al trabajo del excel, fui aplicando a vacantes de plataformas de empleo o bolsas de trabajo de los centros donde estudié en las que pudiese encajar mi perfil.
  • Me puse al día de agencias de colocación y eventos relacionados con empleo en mi ciudad.

En toda esta rutina, he participado en la Feria de Empleo de A Coruña. Tuve entrevistas con prácticamente todas las empresas que formaban parte del evento, porque mi ámbito es el de recursos humanos y todas las empresas cuentan con ese departamento así que me pareció una muy buena oportunidad para tener un primer contacto con profesionales de recursos humanos de diversas empresas.

Aunque en ese momento no hubiese ninguna vacante que se ajustase a mi perfil, varios profesionales me pidieron el currículum y otros me pidieron que les agregase a LinkedIn para contactar en el caso de que saliese una oferta relacionada con mi formación, así que al menos una patita ya la tengo dentro. ¡Menos da una piedra!

A raíz de la participación en la Feria de empleo, contactaron conmigo del periódico “La Voz de Galicia” para hacerme una entrevista, porque les pareció muy curioso cómo podía haberme organizado para tener unas 20 entrevistas en tan solo 8 horas.

Compartí la entrevista en mi perfil de LinkedIn. Tuvo mucha más visibilidad de lo que me podría imaginar y varias empresas han contactado conmigo después de ver la entrevista porque les pareció interesante mi esfuerzo por encontrar empleo.

Tengo la esperanza de que este hecho me sirva para, finalmente, conseguir un trabajo acorde a mis expectativas en una fecha próxima, siendo consciente de las dificultades por los momentos tan complicados en los que nos encontramos.

Por otro lado, para llenar el resto de horas activas del día, he buscado meter en el planning actividades que tenía postergadas por falta de tiempo:

Lo primero de todo, estoy obligándome a ser constante con el ejercicio físico. Por lo general, intento llevar una vida lo menos sedentaria posible, sobre todo ahora, porque ello no me ayuda nada a sentirme satisfecha conmigo misma, ¡necesito productividad! Y además, el deporte me hace desconectar, reducir el estrés, y dormir mejor.

A su vez compagino todo esto con la práctica de ejercicio físico diario, para intentar llevar una vida lo menos sedentaria posible y porque considero que tiene muchos beneficios para el bienestar mental como, por ejemplo, me ayuda a desconectar y a reducir el estrés en días complicados.

En cuanto abrieron las autoescuelas en mitad de la pandemia, me matriculé para sacarme el carnet de conducir, porque nunca encontraba momento ni para ello ni para el inglés, así que también realicé un curso intensivo y el examen para obtener un certificado, ya que me parece imprescindible tenerlo a la hora de buscar trabajo.

Igual de imprescindible me parece la continua formación en las áreas de mi sector, tanto para encontrar trabajo como para crecer profesionalmente a lo largo de toda mi trayectoria. Así que aprovecho el tiempo realizando diversos cursos para ampliar mis conocimientos y seguir actualizándome en Marketing y Comunicación, Excel, Protección de equipos en red y Outlook entre otros

Aunque es evidente que esta situación no es en la que me gustaría encontrarme ahora mismo, puedo decir que me ha aportado muchas cosas positivas. Me he dado cuenta de todo aquello que tenía aplazado y que estoy sacando adelante (además de lo que ya os he contado, no veáis la limpieza que he hecho en casa y la de cosas que he donado), he regresado a casa con mis padres después de 9 años que, aunque siempre se cree que volver a casa es difícil, yo necesitaba pasar más tiempo con ellos y lo estoy aprovechando, gracias a mi planning, además, ¡de muy buen humor y con motivación a pesar de mi situación laboral!