Uno de los peores enemigos de quienes manejan dinero es la ansiedad financiera. La ansiedad es una respuesta de nuestro cuerpo y cerebro en forma de alerta cuando algo no va bien. Es una forma de decirnos que reaccionemos ante un peligro inminente. Pero, la mayoría de las personas lo que hace ante este tipo de situaciones es ignorarlo.
De modo que, cuando nos sentimos ansiosos respecto al dinero lo que hacemos es actuar impulsivamente. Así creamos problemas financieros, más ansiedad y un complicado círculo vicioso. Para salir de este patrón de comportamiento hay algunas recomendaciones.
1. Curiosidad
Interésate por tu dinero, por tu vida financiera y focaliza tu energía en resolver y pagar deudas. Debes hacerte algunas preguntas, como: ¿Cómo usamos el tiempo? ¿Cómo es tu escala de valores en torno al dinero? Hazte preguntas sobre cómo mueves tu dinero.
2. Atiende a tu dinero constantemente
Todos los meses debes revisar el flujo de dinero que ingresa y sale de tu cuenta, anticiparse a los gastos que se aproximan, hacer un plan, un presupuesto. Debes adaptarte a tu presente en términos financieros y también al futuro.
Si vas a tener un hijo, por ejemplo, lo recomendable es que reúnas dinero para cuando nazca. A eso nos referimos con anticiparse a los gastos que se aproximan.
3. Reconoce cómo conseguiste las cosas
Una manera de llamar la abundancia es reconocer el progreso que hiciste hasta el momento de tu pago. Cada uno de los objetivos que cumpliste en el mes o la quincena para que te dieran ese dinero. Incluso compáralo con los otros meses.
4. Experimenta
Muchas veces puede que la “manera correcta” de hacer las cosas no siempre sea la mejor alternativa. Siempre existe la posibilidad de encontrar otras soluciones, quizá no igual de sencillos, pero que puedan servir en caso de emergencias.
Usa alternativas para ahorrar dinero si necesitas algo, como buscar un segundo trabajo y usar la totalidad de ese pago para lo que deseas.
5. Es bueno estar sin dinero
Cuando estamos sin dinero enfrentamos de otra manera la vida. Lo normal es que estar sin dinero nos impulsa a buscar más, a desarrollar habilidades para buscarlo y cambiar nuestra actitud ante la vida.
En el proceso de búsqueda de trabajo o del desarrollo de un talento puede que descubramos más sobre nosotros mismos de lo que creemos.
Toma las mejores decisiones
La realidad es que, con cosas relacionadas al dinero siempre hay que tomar decisiones lógicas y pensadas en frío. Hacer las cosas por impulso y ansiedad no es la mejor manera para mantener una adecuada seguridad financiera.
Lo ideal al tener una entrada de dinero es utilizarla para suplir todas nuestras necesidades prioritarias, como alimentación, vivienda y salud. Por lo que los gastos impulsivos, que nos quiten alguna de las tres aristas indispensables para nuestra vida son considerados como superfluos.
Lo superfluo se refiere a gastos en artículos de lujos innecesarios para el individuo. Por ejemplo, ropa de lujo, comida de la calle o algún artículo que no se necesite.