En lo que se refiere a la nómina, es importante no solo estar pendiente de que el salario entra en la cuenta a fin de mes sino también estar al día sobre los conceptos que incluye, retenciones o derechos en caso de quedarte en paro o tener que darte de baja por alguna circunstancia. De los datos que se reflejen en tu nómina dependerá la prestación que percibas. Empecemos por el principio:

¿Qué es una nómina?

Una nómina es el documento que recoge el sueldo que percibe un trabajador de forma mensual por el trabajo que realiza.

La nómina sirve para que el empleado conozca los distintos conceptos que percibe por su trabajo y para reflejar por escrito que la empresa cumple con su obligación de abonar las cantidades acordadas entre ambas partes.

Las distintas partes que tiene una nómina

El encabezado

Lo primero que debe aparecer en tu nómina son:

  • Los datos de la empresa: en este apartado se debe incluir el nombre legal de la empresa y datos como el CIF o código de identificación fiscal, además del código de la cuenta de la Seguridad Social, la antigüedad en la empresa y el centro de trabajo donde se presta servicio.
  • Los datos del trabajador: los nombres y apellidos, DNI, el número de la Seguridad Social, además de la categoría profesional -se refiere al puesto que ocupas en la empresa independientemente de tu formación- en la que estás dado de alta y tu grupo de cotización. Este último es importante porque de él dependerá la base de cotización que tengas y el cálculo del salario mínimo o de la prestación por desempleo.

Los distintos devengos

Este apartado de tu nómina refleja los ingresos brutos que recibes por tu trabajo, antes de aplicar las correspondientes deducciones, que veremos en el siguiente punto.

Entre los devengos están:

  • El salario base, que es la parte principal del sueldo, sin incluir complementos, ni otros conceptos, como las horas extra. Tu sueldo, en cualquier caso, irá en función del convenio colectivo de tu empresa o del sector en el que trabajes, aunque nunca puede ser inferior al salario mínimo interprofesional, fijado en 950 euros mensuales.
  • Los complementos salariales: recogen las cantidades extra que incluye tu nómina, como pueden ser plus por nocturnidad, riesgos especiales, exclusividad, experiencia, antigüedad o cumplimiento de objetivos de la empresa.
  • Las horas extras que puedes cobrar por trabajar fuera de tu horario laboral, y que se dividen entre horas extra voluntarias y forzosas (por necesidades de la producción).
  • También tienes reflejadas las pagas extraordinarias, que pueden aparecer prorrateadas (es decir, repartidas entre los 12 meses del año) o cobrarlas en dos mensualidades a lo largo del año (normalmente, en verano y Navidad, aunque el mes varía en función de la empresa).
  • Es posible que en tu nómina también se refleje el salario en especie, es decir, las remuneraciones que te paga tu empresa pero no de forma monetaria, como pueden ser vales de comida, el coche de empresa, el uso de garaje o el cheque guardería. En cualquier caso, no pueden superar el 30% del salario bruto y no están sujetas a deducciones.

Las deducciones de tu nómina

En este apartado se incluyen las cantidades que diferencian tu salario bruto del salario neto:

  • Las deducciones incluyen las retenciones de IRPF, que varían en función de tus ingresos brutos. Esta cantidad es el anticipo de la cuota que tu empresa paga por ti todos los meses a Hacienda, del que dependerá tu declaración de la renta del año siguiente. En el caso de que tu contrato sea inferior a un año y cobres en torno al salario mínimo, se te devengará un 2% de IRPF.
  • El pago a la Seguridad Social, que se abona entre ambas partes, trabajador y empresa, aunque la mayor parte la costea la compañía.
  • Las contingencias comunes, como accidentes no laborales, enfermedad, maternidad/paternidad, que suelen ser un 4,7% del sueldo.
  • Otras cotizaciones como el desempleo, que varía entre el 1,55% (si tu contrato es indefinido, en prácticas, de interinidad o de relevo) y el 1,6% (si tiene una duración determinada).
  • A la nómina se puede sumar un 0,1% como deducción por formación profesional.
  • Las horas extraordinarias: las hay de dos tipos, por fuerza mayor, que implican una reducción del 2%; y el resto de horas extra, que cotizan igual que las contingencias comunes, al 4,70%.

El resumen de tu nómina

Al final se recoge la base de cotización, o lo que es lo mismo, el sueldo mensual en bruto, incluyendo las pagas si están prorrateadas, lo que sirve para calcular prestaciones como la jubilación o el desempleo.

El resumen de tu nómina recoge el importe líquido que cobrarás cada mes, tu salario neto, resultante de restar al bruto las deducciones de las que hemos hablado.

La nómina debe incluir el sello y la firma de la empresa, y también del trabajador.

Ahora que sabes interpretar tu nómina, puedes comprobar que los conceptos que aparecen en ella son correctos y comprobar, por ejemplo, que tienes las retenciones adecuadas para evitar sustos de Hacienda.