Gestionar tu dinero correctamente te permitirá no solo hacer frente a tus gastos básicos con mayor desahogo sino también dedicar una parte del salario al ahorro. Eso sí, para estirar al máximo tu asignación mensual, debes estar al tanto de los errores más comunes que cometemos al ahorrar. Descubre, de nuestra mano, los puntos más conflictivos de este proceso, y lleva a cabo con éxito tu método de ahorro.

1. Ahorrar esporádicamente

Ahorrar es más una cuestión de regularidad que de impulsividad. De nada te servirá hacer grandes sacrificios un mes y no ahorrar nada (o, todavía peor, gastar parte de lo ahorrado) los dos siguientes.

La cantidad de dinero a guardar debe ser un remanente, es decir, realmente debe sobrarte ese dinero para poder ahorrarlo, por lo que debes partir de un pequeño análisis de tus gastos fijos mensuales en relación a tus ingresos.

Lo mejor es separar al principio de cada mes la cantidad a ahorrar y traspasarla a tu cuenta de ahorro, como si pagaras la hipoteca.

2. No llevar un control detallado de los ingresos y los gastos

Como te comentábamos en el punto anterior, hacer balance es muy necesario. Quizá se trata de la parte más importante de tu plan de ahorro. Conocer con detalle en qué gastas tu dinero y cuál es la parte de tu sueldo que puedes destinar al ahorro es vital para establecer metas realistas. De otro modo, puedes guardar demasiado dinero y tener que sacarlo después para hacer frente a tus pagos.

3. Vivir al día

Cuando administras tu dinero sin pensar en el futuro, es mucho más difícil ahorrar. Además, te arriesgas a tener que, en un momento dado, solicitar una vía de crédito urgente para solventar tus gastos básicos. Se trata de una solución que suele tener un coste elevado y que limita tus recursos a medio plazo.

Dedicar una hora al mes a repasar tu economía para equilibrarla se convertirá en tu hora mejor pagada del mes.

4. Pasar de la jubilación

Mucha gente se plantea ahorrar por primera vez después de haber hecho cuentas para su jubilación. Y es que el dinero solo es útil si dispones de él cuando lo necesitas; en este sentido, ¿cuándo puede ser más necesario el dinero que en esa fase de tu vida en la que ya no puedes ganarlo?

Comienza a pensar en el futuro y, granito a granito, ¡el día de mañana lo agradecerás!

5. No comparar las condiciones bancarias

En ocasiones, tus depósitos y la nómina se ven recortados por las comisiones bancarias. Por ello, te recomendamos hacer una comparativa entre las diferentes entidades de tu preferencia y quedarte con la que mejores condiciones te ofrezca. Existen plataformas como Kelisto, Rankia o Rastreator que pueden ayudarte a encontrar la cuenta bancaria que más te convenga.

Consejo: la banca online suele cobrar menos por gestionar o guardar tu dinero. A mayores, echa un vistazo a este listado que recoge bancos sin comisiones, actualizado a 2020.

En muchos casos tenemos condiciones anticuadas y caras en la cuenta. Habla con tu banco a ver qué puedes reducir en comisiones, sobre todo, si tienes tu nómina domiciliada.

6. Asaltar tus depósitos y pensar en compensarlos después

Si ya resulta bastante complicado establecer una meta de ahorro y ceñirse a ella, tener que hacer un doble esfuerzo algunos meses a causa de la mala organización financiera puede cambiar tu predisposición al ahorro.

Siempre que puedas, evita tocar tus ahorros, ya que te resultará muy difícil reponerlos si tu previsión de ingresos sigue siendo la misma.

7. Despreciar los pequeños ahorros

Dos euros al día son más de 700 al año. Cuando tomes decisiones, calcula cuánto estás gastando al año para ver el impacto que tiene en tu economía. 90 euros de ahorro al mes (3 euros al día) son más de 1.000€ de ahorro al año.

8. Dejar para ahorrar mañana lo que puedes ahorrar hoy

Este es otro error muy común. Piensa que ahorrar es como ponerse a dieta: no hay un día mejor que otro para empezar. Se trata de un sacrificio que debes aceptar lo antes posible. Claro está, puedes predisponerte mejor si repasas las ventajas asociadas al ahorro, como son la tranquilidad económica o invertir ese dinero en algo que realmente necesitas.


Como ves, ahorrar tiene su truco. Si utilizas los métodos adecuados y evitas los errores que te hemos comentado, es muy probable que en un plazo de tiempo razonable obtengas buenos resultados. ¡Ánimo!