Las entrevistas de trabajo no tienen por qué suponer una fuente de estrés si las entendemos como una oportunidad para conocernos mejor a nosotros mismos y tenemos las claves para transmitir nuestros puntos fuertes de manera eficaz. Si tenemos claro cuáles son nuestras competencias, habilidades y personalidad, podremos poner de manifiesto con facilidad por qué somos el mejor candidato para el puesto.
Pero ¿cuánto te conoces a ti mismo?
Competencias técnicas y transversales
Existen dos tipos de competencias fundamentales: las técnicas y las transversales. Las competencias técnicas son específicas de una profesión: programación, informática, contabilidad, diseño gráfico, idiomas, etc. Estas competencias se pueden demostrar en el CV a través de los cursos, títulos y demás educación específica que hayamos recibido.
Sin embargo, nuestras competencias transversales son aquellas capacidades que se pueden aplicar a múltiples contextos, incluyendo la vida misma. Forman parte de nuestras habilidades fundamentales como personas: compromiso, flexibilidad, comunicación, iniciativa, resiliencia, trabajo en equipo, resolución de conflictos, etc. En ocasiones, puede que antes de la entrevista personal te citen para una dinámica de grupo, una convocatoria de selección en la que los reclutadores pondrán lupa a tus competencias transversales mientras interactúas con otros candidatos.
Tanto si has pasado esta dinámica como si no se contempla en el proceso de selección, lograr tu puesto de trabajo va a pasar por la entrevista personal. Esto significa que tus habilidades técnicas o tu potencial para aprenderlas encajan con el puesto de trabajo.
En la entrevista lo importante es poner de manifiesto nuestras competencias transversales según las habilidades que se requieran para el puesto de trabajo que queremos.
6 preguntas básicas que debes dominar en una entrevista
A continuación te presentamos algunas preguntas básicas de una entrevista de trabajo y te explicamos cómo relacionar las respuestas con tus mejores competencias transversales.
1.- Háblame sobre ti
Una pregunta tan genérica es una oportunidad maravillosa para poner de manifiesto las competencias transversales que más te gustan de ti mismo mientras hablas un poco de tu vida, tus hobbies y tus expectativas.
Por ejemplo, puedes poner de manifiesto que eres una persona tranquila a la que le gusta la rutina, el orden y dedicar tiempo a las personas que te rodean. Así se ponen de manifiesto tus competencias en organización, gestión del tiempo, empatía y compromiso.
2.- ¿Por qué te interesa este puesto?
Aprovecha para poner de manifiesto aquellas competencias que se ajustan al puesto de trabajo, pero también aquellas que te gustaría desarrollar a través de dicho trabajo. Así verán que sabes adaptarte, aprender y mejorar.
Si estás realizando una entrevista para un puesto que implica trabajo en equipo, podrías mencionar al final que te gustaría aprender cómo tus compañeros y compañeras gestionan sus tareas.
3.- ¿Por qué dejaste tu anterior empleo?
Recuerda no hablar mal de tu antiguo empleador, empresa o compañeros de trabajo. Siempre haciendo un armónico baile entre lo positivo y lo negativo, utiliza esta pregunta para hablar de aquellas competencias que no se valoraron o que dicho empleo no te permitía desarrollar. Si además esas competencias están relacionadas con lo que te piden en este nuevo empleo, ¡mejor que mejor!
Por ejemplo, si has trabajado muchos años como dependiente en una tienda y te estás postulando para un puesto de supervisor: mi anterior empleo me permitía trabajar con gente de manera directa, pero no me permitía desarrollar mi capacidad de iniciativa y de gestión de personas.
4.- ¿Cuál es tu meta en la vida?
Aunque sea una pregunta peliaguda, te sirve para hablar de tu capacidad de desarrollo y para mostrar que eres una persona con inquietudes, a nadie le gusta tener en su equipo a un compañero sin impulso. Además de mencionar metas profesionales y personales, puedes escoger una o dos competencias que te gustaría perfeccionar a lo largo de tu vida y enlazar con aquellas habilidades que exige el puesto de trabajo.
5.- ¿Cuál es tu mayor debilidad o defecto?
En lugar de utilizar la típica respuesta de “mi perfeccionismo”, descubre aquellas competencias propias que a veces te hayan supuesto un impedimento y que este nuevo puesto de trabajo podría ayudar a desarrollar de manera positiva.
6.- ¿Por qué deberíamos contratarte?
Después de haber respondido a las demás preguntas con tus mejores competencias transversales aplicadas a las necesidades del puesto de trabajo, lo más probable es que ni siquiera te hagan esta pregunta. En cualquier caso, ya sabes cómo tus competencias se adaptan al trabajo y cómo el trabajo te puede ayudar a desarrollar tus competencias ¡Ahí tienes la respuesta más genuina, sincera y eficaz que puedas elaborar!
Recuerda mostrarte siempre con un talante humilde mientras expones todas tus habilidades y no olvides tu sonrisa, ella transmitirá la ilusión, motivación y las ganas que tienes de desempeñar ese puesto.
Mucha suerte y, ¡a por todas!