Es común que tu trabajo se extienda más de lo que pensabas. Eso te indica qué tan productivo eres y cuántas cosas puedes hacer en un día. Cuánto rindes un día entero en el trabajo, define qué tan efectivo es tu sistema de trabajo.

Y si tu problema es que el trabajo no te rinde como debería, entonces tienes un problema en el sistema que usas para trabajar. Pero, descuida, te damos estrategias para aumentarla y aprovechar el tiempo de una forma eficaz.

1.- Trabajar en tus horas más enérgicas

Un método para impulsar tu productividad es trabajar en las horas en las que sientas más energía. Eso depende de cada persona y debes definirlo.

¿A qué hora te sientes más activo? Algunos sienten que tienen más vitalidad en la noche/madrugada, otros en las tardes y hay quienes sienten energía en las mañanas. De cualquier forma, se recomienda alinear el trabajo con las horas en las que te sientas más productivo.

Dedica horas que tienes más vitalidad a las actividades que necesitan mayor concentración o las más relevantes. Usa las horas donde tienes una energía baja a las actividades más rutinarias de tu trabajo.

2.- Planificar el día siguiente

Al terminar tu jornada de trabajo, fíjate tres metas para el día siguiente en post it o escríbelos en una hoja. El siguiente paso es completar la lista en el menor periodo de tiempo posible, pero persiguiendo que quede lo mejor posible.

Al final, es conveniente agregar tareas mínimas, reuniones o cualquier tipo de tarea pequeña que esté en espera.

3.- Desarrollar rituales de trabajo

Realiza rituales relacionados con dónde y cuándo trabajar. En qué parte trabajas más cómodo y trabajas más. Qué actividad es más sencilla hacer en determinado sitio.

Los lugares son importantes porque evitas distraerte en cosas o hay sitios que ayudan a pensar. Por eso hay espacios, como oficinas, cafés o rutas de caminata preferidas por algunos, porque ayudan a concentrarse y cambiar la actitud respecto a las actividades que necesitamos abortar.

Si trabajas desde casa, debes definir un espacio en la mañana y otro para la tarde.

Y si trabajas desde casa, sirve mucho definir qué hacer en qué lugar de la casa. O dividir el espacio entre la mañana y la tarde. Pero, recuerda, evitando distracciones. Lo conveniente es que varíes los lugares, para evitar la monotonía y el aburrirte en el trabajo.

4.- Quitar los límites por el trabajo

Un día completamente lleno de trabajo, no te dará respiro ni tiempo para vivir, ni tener creatividad o contacto social. Prográmate un tiempo para no hacer nada, que te dé un respiro. Esto puede darte tiempo para resolver tareas inesperadas, tomar un breve descanso, hacer ejercicio o solo despejar la cabeza.

5.- Evitar procrastinar

La procrastinación es la peor enemiga de cualquier trabajador. Procrastinar es perder tiempo distraído y no enfocarse en el trabajo.

Para evitar hacerlo, ponte fechas de entrega metas, pero no trabajes como si fuera un maratón. Hazlo por ratos, pero haciendo grandes progresos.

¡Conviértete en una persona productiva! El día para comenzar a ser un mejor trabajador es hoy.