El intraemprendimiento es clave para una empresa que quiere crecer y exprimir al máximo el potencial de su plantilla. Te contamos qué es, cómo se fomenta y algunos ejemplos.

Intraemprendimiento, ¡florecer dentro de la flor!

Un día de 1985, el investigador Gifford Pinchot acuñó el término “intraemprendedor” para definir a las personas que desarrollan una actividad emprendedora desde dentro de una empresa o de una organización.

Un intraemprendedor no es más que un emprendedor que desarrolla su espíritu innovador impulsando nuevos productos, procesos o estrategias estando ya en una compañía. Es decir, una persona que en lugar de crear su propia empresa para llevar a cabo sus ideas, las desarrolla en la que está en ese momento.

¿Cómo fomentar el intraemprendimiento?

Las empresas necesitan intraemprendedores.

Dentro de las organizaciones, hay que identificar a los empleados que pueden desempeñar este papel, para crear el entorno adecuado que favorezca su creatividad.

Si una empresa quiere crecer, debe tener un buen grupo de intraemprendedores que lideren proyectos que enriquezcan a la compañía y lleguen donde hasta ahora no lo hacía. El conocido como “hermano menor” del emprendimiento es clave para el crecimiento de las compañías que aspiran a cambiar el mundo.

Para ello, se puede crear un sistema de recompensas para los intraemprededores, como un aumento de sueldo, un ascenso o algún beneficio social. Todo para que los empleados se sientan animados a impulsar ideas innovadoras. Así también se evita la fuga de talentos.

¿Qué características presenta un intraemprendedor?

Un intraemprendedor, en primer lugar, tiene que estar motivado y sentirse productivo en la empresa. Eso es fundamental. Para ello hay que implicarlo en el devenir de la empresa, para que se sienta partícipe de los éxitos de la compañía. Además, debe ser innovador y tener la sensación de que sus ideas creativas son tenidas en cuenta.

Los intraemprendedores son ingeniosos, siguen su intuición, tienen una gran capacidad de aprendizaje y de adaptación a nuevos entornos, y perseveran si algo no sale bien.

¿Qué ventajas aporta el intraemprendimiento?

Una empresa que da libertad a sus trabajadores, que les deja trabajar y desarrollar sus ideas, es una empresa que está abierta a mejorar.

Es importante que los empleados con alma intraemprendedora inventen, prueben y experimenten sin miedo a equivocarse. Solo así mejorarán y afinarán sus proyectos.

Las oportunidades de crecimiento son enormes. Hay que retener a estos empleados para que generen innovación. Unos empleados motivados y desarrollados profesionalmente, con confianza, aportarán mucho a la compañía.

Ejemplos de intraemprendimiento

Las grandes empresas raramente han llegado a serlo sin el fomento del intraemprendimiento en el seno de la compañía.

Grandes organizaciones como Facebook se aprovechan y fomentan el intraemprendimiento con la organización de hackathones, es decir, maratones de hackers en los que se reúnen a profesionales para que impulsen aplicaciones innovadoras a través del intercambio de ideas, que luego se ponen en marcha en la red social.

Otro gigante como Telefónica también fomenta a los intraemprendedores. ¿Cómo? A través de Wayra, una plataforma de innovación con la que se generan oportunidades que luego se pueden aplicar en la compañía.

Otro ejemplo es el de Google, que deja a sus trabajadores que dediquen el 20% de su tiempo de trabajo a desarrollar proyectos propios. Así nació Gmail, el sistema de correo electrónico de la compañía.

En definitiva, el intraemprendimiento es clave para una organización que no quiere dejar de crecer y, sobre todo, no dejar escapar el talento que atesora. Al contrario, hay que saber aprovecharlo.