La peseta nos abandona definitivamente después de más de 140 años acompañándonos. A pesar de que hace casi dos décadas no es de curso legal en España, recién el pasado 30 de junio venció el plazo para cambiar los más de 1500 millones de euros en pesetas que aún se conservan recordándonos un tiempo de mejor economía.
Aunque el origen de su nombre no queda muy claro, “la rubia” como también se conoce, marcó una época y ahora que se despide, queremos homenajearla con algunos datos interesantes que nos deja esta moneda.
Peseta: más de un siglo de historia
Nacida el 19 de octubre de 1868 por decreto del gobierno provisional, instalado una vez fue derrocada Isabel II, la peseta fue la moneda oficial de España hasta el año 2002, cuando el Euro entró en nuestras vidas y cambió la economía como la conocíamos.
Entre los datos interesantes que nos dejan más de 100 años de historia, podemos mencionar que los primeros 6 años de su circulación solo existieron monedas. Los billetes llegaron en 1874; con la aparición de los billetes de 25 pesetas, 50 pesetas, 100 pesetas, 500 pesetas y 1.000 pesetas.
Otro dato interesante es que al principio, nuestras pesetas estaban hechas de oro, plata y bronce. Pero durante el reinado de Alfonso XIII se empiezan a sustituir por aleaciones de cobre, níquel y aluminio. Sin embargo, las pesetas de plata se mantuvieron hasta 1933, cuando desaparecieron para dar paso a la peseta de latón.
Euro vs peseta: ¿todo tiempo pasado fue mejor?
Atrás quedaron los años en que con unos cientos de pesetas podías darte un banquete con tus amigos en un parque. Y es que, desde el año 2002, el euro gobierna nuestras vidas y controla nuestra economía.
De hecho, la irrupción del euro tuvo varias consecuencias importantes para todos los españoles. El encarecimiento de productos fue uno de los más resaltantes. Para finales del año 2002, al menos el 50% de los españoles sintió que con la nueva moneda el precio de los productos básicos había sido “redondeado hacia arriba”.
Pero no solo los productos básicos sufrieron este encarecimiento disimulado, los principales servicios también. Incluso, casi 20 años después de este cambio, muchos españoles sienten que su poder adquisitivo ha bajado de manera considerable.
Comparativa de precios entre pesetas y euros
Si hacemos un análisis un poco más profundo, nos damos cuenta de que la percepción acerca del encarecimiento de los productos debido al cambio de pesetas a euros, no está muy alejada de la realidad.
Entre las primeras medidas que se tomaron al implantar el euro como moneda oficial, estuvo la igualación de la moneda de 100 pesetas a 1 euro.
Esto tuvo como consecuencia inmediata que un menú diario, que costaba 700 pesetas, pasara a costar 7 euros. Y teniendo en cuenta que el valor real de 1 euro es de 166 pesetas, este menú costaba realmente 1162 pesetas, un aumento de cerca del 60% de forma automática.
Y así como este ejemplo, podemos encontrar otros, de diferentes productos que aumentaron su valor con este cambio. Por ejemplo:
- Un bono de 10 viajes en Madrid en el año 2000 costaba solo 700 pesetas, pero para el año 2019 este mismo bono costaba 12,20 euros, si hacemos la conversión, el nuevo valor es de 2025 pesetas. Un aumento de más del 100%.
- Una barra de pan que costaba 30 céntimos de euro o 50 pesetas, ahora cuesta 0,7 euros o 116 pesetas, ¡más del doble!
- Un café en un bar, que a finales del 2001 te podías tomar por 80 o 100 pesetas (0,6 euros) ahora cuesta entre 1 euro y 1,30, otro producto que ha doblado su precio.
A muchos les ha acompañado toda una vida, para otros, ha marcado una añorada etapa en la que económicamente, ¡la mayoría asegura que se vivía mejor!