Los zapatos y la ropa pueden ser costosos si no se compran de manera adecuada. Puedes gastar demás comprando cosas que no necesitas y que, quizá, no te pongas nunca. No se trata de no comprarla, sino de consumir lo necesario para llevar una buena calidad de vida y esta es la principal premisa para reducir tus gastos.
1. Compra ropa básica y que vaya bien con todo
Combina distintas prendas para lucir en el día a día, como una playera con tenis y shorts o zapatos cerrados con blusas y jeans. Recuerda que un mismo pantalón puede usarse en más de una ocasión durante la semana.
Ten siempre una blusa negra o blanca, porque va bien en casi cualquier estilo, desde para la oficina hasta para ir al supermercado.
2. Ofertas en ropa por fin de temporada
Las tiendas, a final de temporada, ponen muy buenos descuentos de la mercancía que no se vendió. Es allí donde puedes aprovechar de obtener lo que quieres. Si compras alguna prenda al inicio de la temporada estarás pagando el 50% más que si esperas algunos meses.
3. Zapatos y más zapatos
Si compras zapatos baratos o de mala calidad puede que en unos meses se estropeen y vuelvas a quedar como al principio: sin zapatos. Para evitar que se rompan y que sus materiales nos hagan perder dinero, lo mejor es adquirir zapatos un poco costosos, pero que perduren en un periodo largo de tiempo.
Lo barato puede salir muy caro porque, por ejemplo, puede que estés viendo que unos zapatos para correr cuestan 74 euros. Pero, decides que es muy costoso y compras un par por 39 euros. Ese par a los dos meses se despega de la suela, así que adquieres otro par por 45 euros. Ya gaste más de los 74 iniciales de un par de zapatos de buena calidad.
4. La talla correcta
Busca siempre tu talla, porque hay un secreto en la industria de la zapatería que pocos conocen: casi siempre ponen las tallas más pequeñas en los aparadores para que los zapatos luzcan más lindos. Así el cliente se enamora y encapricha con ellos.
Cuando te traen el de tu tamaño, sabes que no se ven iguales, pero compras el de la talla del aparador sin importar tu tamaño. Son tus pies los que sufren y, posiblemente, no los uses por mucho tiempo hasta que te convenzas que no se van a estirar. Lo que es para ti viene en tu talla correcta.
5. Compra la tela y busca un sastre
Para hacer todo más original, puedes buscar un sastre y la tela con los materiales necesarios para conseguir tu traje ideal. Lo único que necesitarías sería la idea de lo que quieres. Mientras una blusa puede costarte 49 euros el metro de tela para hacer la blusa te cuesta 13, y no siempre se necesita un metro para hacerla ¡Pon tus ideas a volar!
Así que sí es posible ahorrarse dinero en ropa y zapatos. Solo debes desprenderte de querer ir a la moda y pensar un poco más en la practicidad, el ahorro e igual en verte bien.