La realidad es que sí, la personalidad influye en la carrera que escojas. De hecho, es un factor clave. Por lo tanto, es casi seguro que la carrera que elegiste sea acorde con tu forma de ser. Las personalidades se agrupan en cuatro parejas de posibilidades: Extrovertido o Introvertido; Racional o Emocional; Sensorial o Intuitivo; y Calificador o Perceptivo.

Los extrovertidos se sienten más satisfechos con su trabajo que los introvertidos, los racionales supervisan a más empleados que aquellos que son emocionales. Los intuitivos tienen más posibilidades de buscar a trabajar para ellos mismos, cosa que va contraria los sensoriales, que buscan ser empleados.

En cuanto al dinero, los calificadores tienen más ingresos que los perceptivos. Esa probabilidad aumenta si también son extrovertidos. Esto se debe a que son más competitivas y buscan el éxito en sus carreras. Son líderes natos y por ello son perfectos para puestos.

Liderazgo o detallista

Las personas extrovertidas son aquellas a las que no les molesta estar rodeadas de gente. Socializan, conversan y eso les otorga una capacidad de liderazgo innata.

Los introvertidos, por el contrario, no socializan con grupos grandes de gente y no son asiduos a socializar. Este tipo de personalidades funcionan para puestos de trabajo donde la persona deba prestar atención a cada detalle. Les resulta fácil concentrarse en una sola tarea.

Por lo general les encaja bien los papeles de contadores, programadores, redactor, archivista, community manager, científico, traductor, ingeniero o fotógrafo.

Para saber si eres extrovertido, responde alguno de estos enunciados:

  • Tengo pocos amigos cercanos
  • Escucho más de lo que hablo
  • Pocas veces platico con extraños
  • Prefiero hacer actividades en solitario o con pocas personas
  • Observo las dinámicas antes de decidir participar
  • Me fastidio rápido después de pasar tiempo con otras personas
  • No comparto sentimientos con facilidad

Inteligencia emocional

Respecto a si se es racional o emocional al momento de tomar decisiones, se refiere a qué tan impulsiva es la persona y qué tanta inteligencia emocional tiene.

Las empresas necesitan a personas con una buena inteligencia emocional por varias razones. La principal es porque son personas íntegras que en situaciones de presión, ira o estrés saben acertar a la situación. Además, se conocen a sí mismos y a los demás, son empáticos y capaces de impactar en el clima de la organización.

La persona racional es lógica y objetiva, la emocional es subjetiva y toma sus decisiones en función de cómo se sentirían los demás.

Visión a largo plazo

La persona sensorial es detallista, minucioso y se centra en el presente. Los intuitivos tienen un razonamiento abstracto y con vistas hacia el futuro, piensan en lo que podrían ser, es altamente creativo.

Por lo tanto, un sensorial tiene una alta capacidad de concentración y un intuitivo tiene la capacidad de crear.

Perceptor y calificador: toma de decisiones

Los perceptores tienen varias alternativas disponibles en la toma de decisiones. En cambio, los calificadores toman decisiones con rapidez y decisión. Este rasgo de la personalidad sirve para reflejar cómo un empleado toma las decisiones.

Y tú ¿Qué clase de empleado eres?