Todos trabajamos para obtener un salario. Dinero para cubrir nuestras necesidades diarias y la de nuestros seres queridos. Pero, surgió un nuevo tipo de salario, el emocional. Se trata de aquellos elementos que ayudan a crecer personal y profesionalmente.
La pregunta es: si trabajas por dinero, pero quitas ese factor de la ecuación ¿Por qué trabajas? El salario emocional va a influenciar las decisiones en el trabajo, cómo te relacionas y los comportamientos relacionados con tu empleo.
No se trata de algo fijo, cambia con el tiempo, y tú debes gestionar activamente tu salario emocional y reclamar lo que falta. Los líderes de la empresa o los jefes son quienes deben proporcionarlo.
Las empresas saben que esto existe y lo usan a su favor para crear fidelidad entre sus trabajadores. Además de incentivar la productividad. Un empleado infeliz no es ni productivo, ni fiel.
Aunque, recuerda un salario emocional alto no puede compensar un salario económico bajo. El salario emocional debe sumarse al económico.
¿Cómo medir mi salario emocional?
Para medirlo, debes tomar en cuenta algunos factores, respondiendo las siguientes preguntas en torno a tu trabajo:
1.- Autonomía
¿Qué tan libre eres de gestionar tus proyectos?
2.- Sentido de pertenencia
¿Sientes que te identificas y perteneces a tu sitio de trabajo?
3.- Creativo
¿Qué tan creativo te sientes en torno a tu trabajo?
4.- Proyección
¿Proyectas tu carrera a largo plazo dentro de la organización dónde estás?
5.- Gozo
¿Disfrutas lo que haces? ¿Tienes momentos de felicidad y satisfacción en la oficina?
6.- Mejorar
La satisfacción de un trabajo bien hecho te hace aprender de las cosas que haces, de los errores, pero no con desgano, sino con miras a aprender.
7.- Crecimiento personal
Tu trabajo te hace crecer en los ámbitos personales, tomar lo que aprendes en tu oficina y aplicarlos a tu vida diaria en casa con la familia. Te fortalece como persona.
8.- Crecimiento profesional
¿En tu trabajo obtienes aprendizajes que te hacen crecer como profesional?
9.- Trabajo con propósito
¿Sientes que tu trabajo tiene un propósito?
Para saber cuál es tu salario emocional, debes identificar los factores del trabajo emocional que te resultan más importantes y si coinciden con los de la empresa.
Piensa en qué aspectos de todos los enumerados son los más importantes para ti
¿Cómo saber cuánto debo cobrar?
Para sacar esto debes sacar cuántas horas dispones para tu trabajo. Incluye las horas de todo lo que se considera trabajo. Luego responde con sinceridad esta pregunta ¿Cuánto dinero necesitas?
Detalla tus gastos personales, alimentación, servicios básicos, vivienda o alquiler, transporte, equipo e insumos que usas e impuestos. Incluye educación y gastos médicos. A esa cantidad añade un 20 o 30% de ganancias. Ahora divide ese dinero por las horas que inviertes de trabajo y tendrás un gran total.
En resumen, debes cobrar lo que obtuviste sumado a todos los factores y, el salario emocional se convierte en aquel que percibes en ganancias de conocimiento, disfrute y sentimientos positivos en tu empleo.