En los meses más fríos del año, se dispara el gasto en calefacción. La mayoría de los hogares españoles sufren considerablemente de alzas en sus facturas de luz y/o gas a consecuencia de la calefacción, tanto es así que este cálido servicio llega a suponer el 70% de la factura, un porcentaje que está muy por encima del gasto en agua caliente o el aire acondicionado por ejemplo. ¿Cómo reducirlo?
Aunque no todos los hogares consumen lo mismo en calefacción, el tamaño de la casa y, sobre todo, su eficiencia energética tienen una gran influencia en lo que engorda tu factura, ¡por no hablar de lo que nos gusta subir los grados al termostato cuando bajan los de afuera!
Independientemente de ello, vamos a darte algunos consejos para que optimices el uso de la calefacción, la responsable del mayor % de gasto en tus facturas durante la temporada invernal, y ahorres así un buen pico:
1.- Usa el termostato
Los expertos consideran que por cada grado de temperatura que bajemos, lograremos conseguir hasta un 8% de ahorro en los sistemas de calefacción.
Esto se traduce, según la OCU, en que por cada grado que bajemos, podemos ahorrar hasta 60 € al año. Además, recomiendan que la temperatura se mantenga durante el día a no más de 20 grados centígrados y por la noche, cuando las temperaturas se estabilizan un poco dentro de la casa, debemos mantenerla a 16 grados centígrados.
Los costes de los termostatos, nuestros aliados en el control de la temperatura, suelen oscilar entre los 30 y 200 euros, pero piénsalo, a final de año lo considerarás una gran inversión. Puedes adquirirlos por ejemplo en Mediamarkt o Amazon y también, echar un vistazo en la web de la marca que más te convenga.
Consejo: compara varias alternativas en calidad y precio antes de decantarte por el primer termostato económico que encuentres.
2.- No cubras completamente los radiadores
Colocar un mueble demasiado cerca o poner ropa húmeda encima de los radiadores para que se seque más rápido no es recomendable si lo que buscas es sacar el máximo partido a tu calefacción. El consumo será mayor y, por tanto, engordará tu factura.
3.- Cuida tu caldera
Un buen mantenimiento de la caldera puede suponerte un ahorro de hasta 600 euros al año. Por este motivo, el mantenimiento de este elemento del hogar es clave para el ahorro en calefacción. Afortunadamente, existen algunas compañías como Consumo responde o Servigas que incluyen en sus tarifas el mantenimiento de las calderas.
Si no es tu caso, no te preocupes, existen plataformas como Habitissimo o HomeServe que ponen a tu disposición a profesionales para este cometido.
4.- Purga los radiadores
Es importante comprobar que los radiadores no tengan fugas. Debes purgarlos y hacer salir el aire acumulado durante los meses en los que no has puesto la calefacción. Al hacerlo, conseguirás que se gaste menos energía y así no solo funcionarán mejor sino que gastarás menos.
5.- Ajusta tu ventilador de techo
El aire caliente se queda atrapado en el cielo raso, pero tu ventilador de techo puede ayudar a empujarlo hacia abajo, lo que a su vez ayuda a tus cuartos a permanecer más calientes. Cambia los controles para que el ventilador gire en la dirección del reloj a una baja velocidad.
6.- Sella tus ventanas y puertas
El aire frío que se filtra en tu vivienda ocasiona que tu sistema de HVAC ( sistema de climatización y ventilación) trabaje más para mantener caliente el interior de tu vivienda.
Echa un buen vistazo a las puertas y ventanas existentes y reemplaza o añade el burlete (en las puertas) y masilla fresca (en los huecos de las ventanas) para ayudar a eliminar esas corrientes de aire y disminuir así tu factura. Según Black Hills Energy, en puertas y ventanas se registra de un 7 a un 12% de la pérdida de calor de una vivienda.
7.- Aprovecha las horas de luz
Algunos trucos para aprovechar más el calor natural que incide en nuestras ventanas y fachadas pasan por dejar todo el día las persianas levantadas y solo bajarlas y correr las cortinas cuando empiece a atardecer. De esta manera, la casa guardará todo el calor acumulado durante el día.
8.- Programa la calefacción
Si no estás durante el día en casa, programa el termostato para que se encienda una hora antes de llegar: encontrarás la casa caldeada.
Consejo: si hay habitaciones que no usas, apaga sus radiadores y cierra sus puertas.
9.- Ayúdate de radiadores de enchufe
Entre los distintos tipos de radiadores para calefacción que existen en el mercado, los radiadores eléctricos son una opción recomendable si buscamos un sistema de calefacción sin obras y que no requiera de una gran instalación, sobre todo, para zonas concretas y/o pequeñas.
Consejo: si la mayor parte de las horas que pasas en casa lo haces en una sala en concreto, utiliza radiadores para calentarla y cierra la puerta durante el uso y después, para que no se vaya el calor.
10.- Revisa la factura y tarifa contratada
Seleccionando la potencia y la tarifa adecuada para tus hábitos también reducirás en gran medida tu factura.
Para saber qué potencia necesitas, solo tienes que sumar el consumo de los aparatos que tienes en el hogar y pensar cuáles suelen estar conectados al mismo tiempo. Además, deberás tener en cuenta en qué horario sueles hacer más uso del consumo con el fin de seleccionar la tarifa que mejor se adapta a sus hábitos.
Como ves, no es tan complicado lograr un bajo consumo en los meses más fríos, ¡solo hace falta ser más conscientes de nuestro consumo y revisar nuestros servicios contratados!