Oscar no quiere reconocer la evidencia, su coche falla continuamente, si no es el embrague, son los frenos y le está causando muchos gastos innecesarios. Vive con Elena, su mujer, en una urbanización a las afueras de la ciudad. Necesitan un utilitario con urgencia. Aquí nos explica con todo detalle su viaje de compra.

“Llegó un momento en el que mantener mi vieja Citroën Scenic se convirtió en una odisea. El asunto incluso estuvo a punto de romper mi matrimonio. Mi mujer estaba cansada de que el coche estuviera más tiempo en el taller que en el parking. Tenía motivos. Pero uno se encariña de las cosas y a veces alarga su plazo de vida por alguna extraña razón de apego.

En un primer momento, un viejo conocido del barrio, mecánico de toda la vida, me recomendó un Nissan Micra con muy pocos kilómetros por 9000 euros. El coche esta seminuevo y disponíamos de 5000 euros ahorrados durante los últimos años, solo nos faltaban 4000, cabía la posibilidad de pedir un pequeño crédito a muy bajo interés y el coche era nuestro. Pero mi mujer se empeñó en uno nuevo, la vieja Scenic se compró de segunda mano y achacaba a eso los problemas mecánicos que nos dio.

Al final le hice caso, fuimos a por uno nuevo y el dilema pasó a ser la financiación. En realidad, no hay más que dos opciones para hacerlo: a través de una entidad bancaria o bien a través del mismo concesionario.

Financiación del coche a través del concesionario

Nos gustó un Toyota Yaris blanco, compacto, ideal para circular en ciudad, justo lo que estábamos buscando. Ya no necesitábamos un monovolumen, tampoco un SUV (ahora que están tan de moda). Con nuestros hijos independizados, lo único que queríamos era llegar a la ciudad y poder aparcar fácilmente. El precio rondaba los 15.000 euros y el vendedor nos propuso una financiación muy golosa. Todo eran ventajas:

Pero cuando llegamos a casa y nos pusimos a hacer cábalas, las cuentas no salían y el precio del coche ascendía unos 3000 euros por encima de su valor. Los intereses nos comían. Estas fueron las claves que nos hicieron cambiar de idea por:

Financiación del coche a través de entidad bancaria

La opción bancaria también tiene sus pros y sus contras. Los bancos no dan dinero así como así. Sirvió la nómina de mi mujer ya que a mí, siendo autónomo, me pedían que avalara con el piso o alguna propiedad.

No fue una decisión fácil. Hay otras desventajas al financiarlo en el banco. Por ejemplo:

No obstante, en comparación con la financiación en concesionario, las ventajas del banco, en nuestro caso, superaron con creces los aspectos negativos:

A nosotros nos fue bien financiar nuestro flamante Toyota a través de una entidad bancaria, pero eso no significa que esa opción sea mejor, todo depende de la situación, preferencia y necesidades de cada uno. Si por ejemplo eres de los que detestan el papeleo, la financiación a través de concesionario te viene como anillo al dedo ya que ellos se encargan de todo.

En definitiva, y con mi coche ya en el garaje, insisto en que no hay una opción mejor que otra. Lo importante es estudiar los factores que entran en juego y que os he dejado en mi testimonio para escoger la opción que mejor se adapta a uno mismo”.