El alquiler suele ser el gasto más importante al independizarse, y a él se suman las facturas de la luz, el agua, el gas, el internet, etc. Si no hemos realizado el cálculo apropiado previamente, la subida de los precios de la vivienda puede afectar muy negativamente a nuestra economía personal.

Por eso, tanto si estás buscando piso para mudarte solo, con amigos, o con tu pareja, es importante conocer el estado de tus finanzas personales y la cuantía de tus gastos fijos:

  • Alquiler: cantidad fija. Puede mantenerse estable o cambiar según el tipo de contrato
  • Gastos de comunidad: cantidad fija. Puede estar incluido en el alquiler dependiendo del contrato
  • Facturas varias: cantidad variable. Dependerá del tipo de servicios de tu hogar: agua y electricidad son base, luego puede que tengas gas, internet, televisión por cable, etc. Siempre es mejor hacer los cálculos pensando en las cantidades máximas y teniendo en cuenta que varían según la estación del año o el número de residentes en la vivienda
  • Comida & otras necesidades básicas: cantidad variable. Lo más fácil para calcular este tipo de gastos es utilizar algún método de finanzas personales como el kakebo para ir contabilizando los gastos y hacer una media al cabo de unos meses

Una vez conozcas tus ingresos y tus gastos, puedes realizar un presupuesto mensual para ver cuánto ganas, cuánto gastas y cuánto ahorras. Así podrás elegir una vivienda que te permita llevar un estilo de vida digno y en sincronía con tus necesidades. Pero, ¿qué porcentaje de tus gastos debería suponer el alquiler?

Criterios para elegir el alquiler adecuado

Obviamente, el primer criterio para elegir vivienda de alquiler es el sentido común. Aquí no sólo entra en juego tu margen de gasto, sino también tus prioridades:

  • ¿Cerca del trabajo o lejos del trabajo? Quizá para encontrar un alquiler más barato busques en las afueras de la ciudad. Pero ojo porque quizá se incremente tu gasto en transporte público o en gasolina. Analiza varios escenarios poniendo sobre la mesa el aumento de alquiler en unas u otras zonas y el gasto medio de transporte. Y recuerda que el tiempo, ¡muchas veces también es ahorro!
  • ¿Piso amueblado o sin amueblar? Normalmente los pisos no amueblados requieren menos fianza y suelen ser más baratos, pero requieren una mayor inversión al principio. Calcula cuánto te costaría amueblarlo en base a los años que dura tu contrato y cuánto ahorrarías en el alquiler en comparación con otros pisos. Si finalmente decides decantarte por un piso sin amueblar, siempre puedes aprovechar las plataformas de compra y venta de segunda mano como Wallapop o Milanuncios.

Métodos para saber qué alquiler puedes afrontar

Una vez calculadas tus finanzas personales, en internet existen calculadoras de rentabilidad del alquiler donde realizar todos los cálculos y cómo quedarían tus finanzas personales los primeros meses de alquiler.

También te proponemos el método más sencillo para calcular cuál es el alquiler máximo que puedes permitirte según tu salario:

El método del 30%

Se trata de una regla simple pero eficaz: el cómputo total de tus gastos fijos de vivienda -alquiler y facturas- no puede superar el 30% de tus ingresos brutos.

De hecho, algunos arrendatarios exigen por contrato que tu salario bruto sea tres veces superior al precio del alquiler del piso para asegurarse de que no habrá problemas de pago.

Te dejamos una tabla en base al salario mínimo interprofesional (SMI) para que veas las figuras con más claridad:

Con estos consejos, podrás tomar la decisión adecuada sin perjudicar a tu economía personal y así ¡solo tendrás que preocuparte de disfrutar de esta nueva etapa!