Las matrículas, residencia, manutención… Ir a la Universidad es un verdadero agujero en la cartera de los padres. Y a pesar de que yo contaba con todo el apoyo, quise poner de mi parte y poder así también costearme mis caprichos y viajes.

Como iré contando, he pasado por multitud de empleos que me permitían compaginar con clases y estudio pero también aprovecharé para contaros experiencias de amigos y algunas opciones a este respecto que se me ocurren, ¡el mundo digital cada vez trae más alternativas para los estudiantes!

Trabajos físicos

Joven y en buen estado físico, son requisitos para puestos que necesitan horas y agilidad. En esta línea he hecho trabajos puntuales como camarero o mensajero. Estos trabajos, pueden ser relativamente fáciles de encontrar en determinadas fechas del año.

Yo recomiendo que se busque con antelación dado que los trabajos de hostelería de cara al verano, suelen publicarse a partir de abril o mayo y los de mensajería o almacenes para las rebajas o Navidad, un mes antes. En mi caso, lograba que me llamasen de “extra” en hostelería para los fines de semana gracias al boca a boca, preguntando a conocidos, pero los portales de empleo suelen recoger también estas ofertas.

Mi compañero de piso de tercer año, que también quería ganarse un dinerillo, lo hizo trabajando unas horas al día como reponedor en una cadena de supermercados. Es un trabajo duro que reporta el salario mínimo, pero pueden llegarse a acuerdos en los horarios para que sea compatible con los estudios como hizo él tras lograr, el mismo día que entregó el currículum en mano al responsable, un hueco en la tienda.

Hoy en día, creo que esta es una de las mejores opciones dado que la gran demanda online obliga a tener refuerzos en almacenes y logística.

Trabajos con niños

Recuerdo el caso de una amiga, dotada de una gran paciencia y mano izquierda con los niños, tuvo un gran éxito como canguro y animadora de cumpleaños.

Cuando comenzó sus estudios de puericultura y a través de amigos de sus padres que poco a poco, hicieron correr la voz, comenzó a cuidar niños cuando sus padres lo requerían, alguna noche que tenían algún evento, o alguna tarde de reuniones imprevistas. El siguiente paso fue ofrecerse en tablones de anuncios de supermercados. Al cabo de un tiempo, tenía una buena lista de clientes y ¡casi ningún fin de semana libre!

Con tanta experiencia y estudios relacionados con niños, se decidió a dar otro paso, y presentó su currículum a empresas de organización de cumpleaños, estudió el curso de monitora de tiempo libre y más tarde, trabajó por quincenas en campamentos de verano.

En su caso, unas cosas llevaban a otras. También daba clases particulares por horas y un verano incluso se marchó a Londres de au pair, trabajo que consiguió a través de una agencia londinense especializada que puso un anuncio que se publicó en varios portales online de empleo.

Un caso estupendo de alguien que consiguió aunar sus estudios con trabajos que le daban ingresos y permitían ir haciendo curriculum. Una crack.

Trabajos de proximidad

Volviendo a mi propia historia, otra experiencia interesante fue un trabajo en telemarketing. Lo conseguí a través de una Empresa de Trabajo Temporal (ETT) para vender ofertas de black friday y Navidad.

Aquí la clave es la concentración, la amabilidad y la paciencia. No te engañes. Lo que no exige en lo físico, lo hace en lo mental. Pero, además de ingresos, te da grandes habilidades en trato al público.

También tuve una experiencia como cliente misterioso (mistery shopper) para controlar la calidad de la atención al cliente de los empleados en tienda. Este empleo lo conseguí en la misma empresa para la que había hecho de teleoperador. Otra vez, los contactos. Si te conocen y confían en tí, hazles saber que estás disponible aunque estés estudiando. Cuando necesiten a alguien, te llamarán.

Me gustaría, en este punto, hablar también de cómo mi hermano logró costearse su viaje de fin de curso pasando tiempo con sus ídolos animales, ¡los perros! Descubrió, gracias a la veterinaria de nuestra Laia que había mucha gente que buscaba quién le pasease al perro por falta de tiempo y, ¡le puso en contacto con ellos!

Una vez más, no hay como preguntar y las recomendaciones… Teniendo en cuenta que mi hermano era de confianza para la veterinaria, sus clientes no dudaron, ¡nadie pone a su mejor amigo en manos de desconocidos!

Otras experiencias

A veces, con otros amigos, hemos comentado cómo hemos hecho cada uno para tener nuestros propios recursos.

Alguno, con muy poco tiempo disponible, descubrió que podía ganar algo como encuestador a tiempo parcial. Vio un anuncio en una red social y se presentó sin darle mucha importancia. Empezó en la calle parando a la gente, para luego hacerlo por teléfono. Después aprendió que existe también la versión opuesta, en la que, en vez de hacer preguntas a otra persona, las contestas.

Una amiga estudiante de audiovisual, hacía de extra o figurante en series de televisión y anuncios. Vio un anuncio en su facultad y, a partir de ahí, empezó a enterarse de qué empresas estaban rodando qué y haciéndose ver para que la llamaran aunque fuera para “hacer bulto”.

Yo también lo probé en una ocasión, era una serie de época medieval, te visten y preparan y, mientras esperas tu turno, ves cómo ruedan los actores y cómo funciona el mundillo. Remuneración por algo muy sencillo: ponerte donde te digan y moverte cuando te lo indiquen y además, ¡se lleva uno una divertida experiencia!

No todos los ingresos provienen de oficios

Como decía al inicio, si fuese a día de hoy, se me ocurrirían más opciones para ganar un dinero extra y las quiero compartir con vosotros:

  • Compartir trayectos y gastos gracias a plataformas como Blablacar o informarse de cómo trabajar de manera autónoma para Uber o Cabify
  • Aprovechar tu talento y trabajar como freelance. En esta modalidad, en las plataformas uno puede escoger cuándo, cuánto y para qué proyectos trabajar. Ideal para organizarse, sin duda, se trata de una gran alternativa para escritores, diseñadores o traductores, entre otros.
  • Sacar partido a lo que ya no usas vendiéndolo en plataformas como Wallapop, Vinted o Ebay

La tecnología ha hecho que las oportunidades para los estudiantes sean cada vez más. Las redes sociales, las distintas aplicaciones, tus contactos personales y tu espíritu emprendedor, pueden darte muchas y gratas sorpresas. ¡Suerte!